jueves, 26 de abril de 2012

MANIFIESTO DÍA DE LA VISIBILIDAD LÉSBICA 2012


MANIFIESTO DÍA DE LA VISIBILIDAD LÉSBICA 2012




Una vez más, conmemorando este 26 de abril, las mujeres lesbianas salimos
a la calle para hacer un ejercicio colectivo de visibilidad y para animar a
quienes aún no lo han hecho a vivir una vida plena, libre y honesta para con
ellas mismas, su entorno y la sociedad. Porque la vida está fuera del armario.
En este Día de la Visibilidad Lésbica dejamos a un lado nuestros miedos y nos
mostramos como lo que somos, mujeres libres y felices, mujeres de pleno
derecho.
Y por ello, por quinto año consecutivo, reclamamos nuestro espacio en
la sociedad, un espacio negado y silenciado por quienes piensan que la
diversidad sexual de las mujeres no cuenta.

Así, hoy nosotras alzamos la voz, porque siendo visibles ganamos todas,
ganamos más referentes, más salud, más libertad, más placer, más plenitud.
Siendo visibles podemos exigir a las instituciones un compromiso público y
firme de apoyo a la visibilidad lésbica, adoptando las medidas necesarias
que nos dejen desarrollarnos plenamente en el entorno familiar, laboral,
sanitario, educativo y social, de una manera real. Para que esta lucha por la
visibilidad sea una realidad le pedimos a las mujeres lesbianas públicas que
se unan a nosotras, que den un paso al frente, que hagan una apuesta por la
libertad, la felicidad y la honestidad, una apuesta por su propia vida.

Hoy, por séptimo año consecutivo, exigimos al partido de Gobierno que
retire el recurso de inconstitucionalidad sobre el matrimonio entre personas
del mismo sexo. No podemos aceptar que siete años más tarde nuestras
familias se encuentren en la incertidumbre jurídica. Nuestras familias existen,
importan y no son menos que ninguna otra. Hoy y siempre, y con la sociedad
de nuestro lado, decimos SÍ al Matrimonio Igualitario!

Y también hoy y cada día, le decimos a los poderes públicos que nuestra
salud importa y no nos cansaremos de decirlo, hasta que no haya estudios
suficientes que nos formen e informen de nuestras vulnerabilidades, riesgos,
y sus consecuencias. Hasta que no nos incluyan en los estudios y tengan en
cuenta la diversidad afectivo-sexual en nuestra sociedad, evitando juicios
morales y huyendo de estereotipos sociales y culturales.

Exigimos a las instituciones sanitarias protocolos sanitarios, especialmente
ginecológicos, sobre la salud sexual de las mujeres lesbianas y las ITS.
Decimos una vez más NO, a la presunción de heterosexualidad, nuestra

especificidad tiene que ser tomada en cuenta, porque la atención médica y
de salud sin la existencia de discriminación alguna es un derecho. Para ello
exigimos formación específica y adecuada del personal sanitario, no sólo
en salud sexual, sino de la realidad y diversidad sexual. Exigimos un mayor
compromiso y responsabilidad en la promoción y protección de la salud
sexual de las mujeres que tenemos sexo con mujeres, y en especial con la
prevención de las ITS y el fomento del sexo más seguro, y que la atención de
la salud sexual se separe de la de la salud reproductiva.

Además, exigimos a las instituciones que ponga fin a la discriminación en
el acceso a los tratamientos de reproducción asistida como en casos como
los ocurridos en Asturias, donde se interrumpieron en 2011 los tratamientos
que se venían realizando desde el 2006 a las mujeres lesbianas por el hecho
de serlo, y que no deben ocurrir en ninguna Comunidad Autónoma. La
maternidad de las mujeres, de todas las mujeres, independientemente de
la orientación sexual, es un derecho amparado por la ley, y no puede ser
socavado por el hecho de no tener pareja o que nuestra pareja no sea un
hombre.

Asimismo, alentamos a las mujeres lesbianas a que tomen la palabra y
alcen la voz en los espacios públicos y privados, a que ocupen puestos de
responsabilidad, a que se hagan cómplices del movimiento asociativo LGBT
y del movimiento feminista, a que se conviertan en protagonistas de su
propia vida e historia, a que se visibilicen y empoderen. Somos mujeres que
decidimos sobre nuestras vidas, nuestros amores, nuestros cuerpos, nuestro
deseo y placer. Y así se lo mostramos al mundo.

Somos mujeres, lesbianas, activistas y feministas y como tal, luchamos cada
día por conseguir erradicar los machismos y micromachismos existentes en
la sociedad de la que formamos parte. Porque no podemos obviar que las
mujeres no estamos en igualdad de condiciones respecto a los hombres,
porque aún hoy a las mujeres se nos impone como vivir nuestro cuerpo y
nuestra sexualidad, así, exigimos aborto libre y gratuito.

Exigimos, como mujeres, que no se dinamiten leyes que atentan contra
nuestra independencia afectiva, económica y familiar como sucede con la
supresión de la ley de dependencia, no podemos olvidar que el 84% de las
personas cuidadoras de personas dependientes somos mujeres. Seguimos
cobrando un 30% menos en puestos de igual responsabilidad, nuestras tasas de
paro son mayores, así como la precariedad laboral, la pobreza sigue teniendo
nombre de mujer.
No dejaremos de mencionar la lesbofobia en el ámbito laboral, no queremos
tener que elegir entre nuestros trabajos o nuestra visibilidad, esta reforma
laboral no nos protege, nos deja en una situación absoluta de vulnerabilidad.
No al miedo a perder nuestro empleo por ser lesbianas.

Rechazamos y denunciamos la injerencia de la ideología del odio sembrada
por el gobierno y la jerarquía católica hacia nuestras familias, nuestras
relaciones, la sexualidad y la diversidad, amparada en una crisis financiera y
de valores que no hemos provocado las y los ciudadanos y ciudadanas. Basta

ya de la hipocresía más reaccionaria que pretende negarnos y relegarnos a los
armarios más oscuros y sórdidos.
Hoy estamos aquí para gritar bien alto: Nuestra dignidad y visibilidad como
mujeres y como lesbianas no está en venta. No pagaremos su crisis, ni con
nuestros derechos, ni mucho menos con nuestra dignidad, no en nuestro
nombre, no con nuestras vidas ni nuestros cuerpos. No a la ideología del odio.

Hoy es nuestro día, y una vez más celebramos nuestra lucha diaria por la
visibilidad de nuestra realidad. Somos mujeres diversas, mujeres que sabemos
que el mejor valor de la sociedad radica en su diversidad, mujeres que
sabemos que la democracia sin nosotras, no es democracia. Y así, hoy como
cada día damos un portazo a los armarios, por nosotras y nuestra felicidad,
por la libertad de las generaciones futuras, por la dignidad de quienes
lucharon por la visibilidad, cuando realmente todo, lo tenían en contra.

Porque la vida, nuestra vida, está fuera del armario. Porque no estamos solas.
Porque como mujeres lesbianas existimos, trabajamos, amamos, creamos,
tenemos hijas e hijos, pagamos nuestros impuestos, votamos, decidimos. Es
el momento de romper el silencio de una vez por todas, el momento de vivir
una vida plena, el momento de darnos a nosotras mismas el derecho a la
felicidad. Sólo con IGUALDAD y VISIBILIDAD otra política, realidad y sociedad
son posibles. Por una sociedad en la que todas y todos somos diferentes e
iguales en derechos.

No es sólo nuestra lucha, es la de todas las mujeres, es la de toda una
sociedad que cree en la igualdad, en la libertad de todas y todos.

¡Por qué todos los días sean VisibLES! nuestra visibilidad es la base de
nuestra felicidad, de nuestro ORGULLO, el orgullo de ser lesbianas.

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